La vida es algo intangible porque la vivimos entre nuestras dos orejas. Absolutamente todo lo que tenemos, nuestras angustias, nuestras alegrías, nuestros miedos, nuestras esperanzas y nuestras sensaciones están en ese pequeño, pero a la vez enorme espacio, que hay entre nuestras orejas. Todo lo que escuchas, ves y hueles, todo se limita a ese espacio.
Las personas que tienen una cabeza pequeña, es decir aquellas que tienen menos espacio entre las dos orejas, tienen la misma capacidad para percibir las cosas. Sé que te puede sonar extraño,pero así es. Estás acostumbrado a un único modo de ver la realidad, aquel que se enmarca dentro las tres dimensiones conocidas (alto, ancho, profundo) y si alguien te dice, entonces, que la vida ocurre en ese pequeño espacio la idea te parece inconcebible.
Pero, insisto, es así, y en ese orden de ideas, la vida no tiene que ver con el tamaño de la cabeza sino con las ideas o sensaciones que creas en ella y cómo puedes controlarlas. Es decir, en ese espacio físico de diez a quince centímetros –veinte, si es que tienes una cabeza grande– ocurre todo. Pero no importa el tamaño. Los griegos, en la antigüedad, pensaban que la grandeza de sus ideas dependía de su capacidad craneana, en cierta forma, por eso admiraban el famoso perfil griego.
Lo extraño, entonces, es que sea tan difícil controlar ese pequeño espacio que, a su vez, es tan grande. ¿Sabes por qué? Porque ese pequeño espacio es el escenario de tu vida, ¡Es tu vida! Es todo lo que tienes, no hay nada más. Es solo eso.
Y si es tan pequeño, tan insignificante en comparación con la grandeza de todo lo que existe, ¿ Por qué todos nos aferramos con tanta fuerza a este pedacito del universo? ¡Exactamente por eso! ¡Porque es todo lo que tenemos! Allí tiene lugar tu vida, allí das tus opiniones, brindas tus sonrisas, expresas tu amor y tu odio.
Absolutamente todo se vive en ese espacio, si tienes un dolor en el pie, éste te afecta en ese espacio, si tienes un dolor o una alegría en el alma, ambos te afectan es en ese espacio. Entonces, si este espacio es tan importante, me pregunto: ¿Por qué nadie lo cuida? ¿Por qué nadie lo trata como lo que es, un espacio sagrado?
Nadie lo controla, casi nadie le da importancia, todos lo usan y abusan de él como si no hubiera un mañana, o como si mañana se acabara. Pues te aseguro que no se acaba, allí, en ese espacio vive tu alma, tu esencia misma, tu todo. Entonces, ¿Cuándo vas a comenzar a cuidar tu esencia, tu ser, tu alma? ¿Cuándo vas a empezar a cuidar de este espacio?
¿Cuándo?
Ya es hora de que lo hagas.